LOS 10 MANDAMIENTOS DE UN DOCENTE
Estos son los 10 mandamientos a
los que debes enfrentarte todos los días en tu profesión. Sin duda, un reto
apasionante.
1. Educa desde el amor. Educar es
amar. La Educación es un acto de generosidad enorme. Como docente da lo mejor
de ti para tus alumnos. Y hazlo sin esperar nada a cambio, porque esa es,
precisamente, la esencia de amor. Así es tu profesión: un acto de amor y de
generosidad hacia tus alumnos.
2. Educa desde la pasión. No hay
educación posible sin la pasión que transmites todos los días a tus alumnos.
Una pasión personal y también profesional. Una pasión que debe inundar todos
los momentos en los que compartes tus conocimientos con los alumnos. Una pasión
que salga desde lo más hondo y con una gran capacidad de proyección.
3. Educa desde el entusiasmo.
Transmite tu entusiasmo a tus alumnos y comprobarás que enseñar se vuelve mucho
más fácil. Porque desde tu entusiasmo serás capaz de ser más optimista, más
imprevisible, más creativo, en definitiva, mejor docente. Todo aquello que
llevas a cabo sin entusiasmo está destinado al olvido.
4. Educa desde la empatía. Ponte
en la piel de tus alumnos. Practica la escucha activa. Mírales a los ojos y
asiente con la cabeza cuando te expresen sus preocupaciones o quieran compartir
sus éxitos contigo. Sé cercano a sus vidas y enseñarás a personas que nunca te
olvidarán no por lo que has enseñando, sino por lo que has representado en sus
vidas.
5. Educa desde la resiliencia. Sé
resiliente y podrás gestionar todas aquellas dificultades que tu profesión te
exige diariamente. Enseña a tus alumnos a resolver problemas, a practicar la
bondad, a ser positivo, a formular buenas preguntas, a adquirir hábitos
saludables.
6. Educa desde la honestidad. Sé
honesto y enseña aquello que sepas con certeza. y, sobre todo, esfuérzate
siempre por enseñar en lugar de explicar. En la diferenciación entre enseñar y
explicar radica buena parte de tu responsabilidad como docente.
7. Educa desde la cooperación.
Enseña a tus alumnos a ser cooperativos, a trabajar juntos para un bien común y
un mismo fin. Y hazlo enseñándoles la importancia que tiene la ayuda mutua y el
apoyo entre iguales.
8. Educa desde la inclusión.
Transmite a tus alumnos el valor de la heterogeneidad. Una heterogeneidad que
siempre debe buscar como finalidad una Educación en la que todos los alumnos
puedan partir con las mismas opciones, con las mismas oportunidades. Sólo
existe una Educación posible, y esta Educación pasa por una Educación
inclusiva.
9. Educa desde el conflicto.
Educa a tus alumnos haciéndoles ver que el conflicto en muchas ocasiones puede
convertirse en una oportunidad. Enseña el valor que tiene para tus alumnos el
conflicto positivo, es decir, un conflicto visto desde la perspectiva de la
constructividad, donde el problema no esté por encima de la persona, donde la
evitación se convierta en diálogo, donde la unidireccionalidad de la razón se
transforme en negociación y acuerdos.
10. Educa desde la sonrisa.
Enseña a tus alumnos con la mejor de tus sonrisas. Una sonrisa que les
demuestre tu amor, pasión, entusiasmo, resiliencia, honestidad, cooperación y
transformación del conflicto en una oportunidad. Que sea tu sonrisa tu mejor
carta de presentación y contágiala a tus alumnos, a tus compañeros y a toda tu
comunidad educativa. No sólo enseñes. ¡Inspira!
Fuente: www.justificaturespuesta.com
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