El amor no tiene nada
que ver con tener pareja
Muchas veces confundimos el amor con el deseo o con la
atracción o con el placer o con la excitación. Y no es lo mismo.
La fuente del amor no es la otra persona. El amor está
dentro de nuestro corazón.
Nadie nos da amor, sino que su presencia nos despierta el
amor que tenemos dentro
Todos sabemos que cuando buscamos el amor en los demás, nos
abandonamos a nosotros mismos.
Es mucho más inteligente conectar con tus ganas de amar y
ofrecerlas al mundo.
La alegría de amar es infinitamente mayor que la alegría de
aferrarte cobardemente al amor de otra persona.
Sentimos mucho más el amor al amar que al ser amados.
Es ese amor que sale de nosotros el que realmente nos llena
de felicidad.
El amante ideal es alguien que te da gran cantidad de
espacio para ser tú mismo/a y te deja
ser como eres.
Amar es eso, dar atención al mundo y a los demás, con
consciencia, permitiendo, contemplando….
El amor es simplemente la atención consciente y amable que
nos une a todo lo que experimentamos.
Es mentira eso de que el amor demanda cosas como compromiso,
sacrificio y entrega incondicional. Quizás algunas de estas cosas son
necesarias para una relación de pareja, pero no son amor de verdad.
La pregunta, claro, es: ¿cómo generar amor en ti? Medita,
baila, canta y profundiza más en ti mismo/a.
Escucha a los pájaros, mira las plantas… respira, contempla
las cosas sin etiquetarlas… ¡qué se yo! Tu sabes cómo hacerlo.
Se trata de que elijas dedicar tiempo a descubrir esta
capacidad natural que ya tienes de abrirte a lo que hay y reconciliarte con
ello.
Y recuerda, la conciencia amorosa contempla lo que acontece
y lo permite. Es integradora: incluye tanto la esperanza como la pérdida, la
decepción y la alegría…
El amor está dentro, no fuera.
Alberto Martín-Loeches
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