Uno de los grandes misterios del erotismo social, por qué
las personas se vuelven más atractivas cuando estamos alcoholizados, pudiese
tener una explicación neurocientífica.
A lo largo de la historia de la sociología erótica, ha
existido un peculiar fenómeno que ocurre en cuanto ingieres bebidas
alcohólicas: misteriosamente las demás personas, en particular aquellas con las
que potencialmente pudieras ligarte sexualmente, parecen tornarse mucho más
atractivas que de ordinario. Este misterio ha fomentado un buen porcentaje,
presumimos, de las relaciones sexuales que se registran en el planeta. Sin
embargo, a pesar de su importancia sociológica, hasta ahora no existía una
clara explicación científica para explicar dicho fenómeno.
Investigadores de la Universidad londinense de Roehampton se
propusieron indagar el misterio para tratar de explicarlo científicamente.
Desde hace tiempo se han realizado estudios que sugieren que los parámetros
dominantes de belleza, entre la mayoría de las personas e incluso entre otras
especies, tienden a relacionarse con la simetría presente en el rostro, la cual
genera una especie de preferencia evolutiva. Prácticamente todo organismo
multicelular exhibe algún grado de simetría, variable, que se manifiesta en
diversos formatos: radial, esférica y bilateral. Y precisamente este último
tipo de simetría, el bilateral, es el que se encuentra presente (en distintas
medidas) en el cuerpo y rostro de una persona, característica que
inconscientemente utilizamos casi todos para decidir si una persona nos resulta
atractiva.
Tomando en cuenta esto, los investigadores procedieron a
presentar 20 pares de rostros a 64 voluntarios, la mitad de los cuales se
encontraba bajo el efecto de bebidas embriagantes. Durante la sesión cada
voluntario debía de elegir cuál de los rostros le parecía más atractivo. A
continuación se les mostraron 20 imágenes individuales de diversos caras y cada
voluntario debía de juzgar si las facciones de estas eran simétricas o no.
Los participantes sobrios tuvieron una marcada preferencia
por los rostros simétricos y fueron más efectivos para detectarlos. Los
resultados obtenidos manifestaron que la capacidad para detectar la presencia o
falta de simetría se debilita significativamente entre las personas
alcoholizadas. Y tomando en cuenta que este pudiera ser el principal criterio
psico-biológico para decretar si una persona nos parece o no atractiva,
entonces ello explicaría por qué cuando hemos bebido unos cuantos vodkas, las
chicas/chicos adquieren una inédita belleza que favorece el deseo sexual y, con
un poco de suerte, la cópula.
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