COMO AUMENTAR LA CREATIVIDAD EN EQUIPOS DE TRABAJO
La creatividad es el resultado de
un proceso mental en el que intervienen nuestras capacidades, actitudes,
motivaciones y conocimientos. A priori podría parecer que solo están implicados
factores exclusivamente individuales pero analizando la dinámica de la
creatividad comprobaremos que el factor social es con frecuencia el catalizador
o el inhibidor de estos procesos. Por este motivo, la creatividad durante el
trabajo en equipo adquiere una dimensión especial teniendo en cuenta que las
capacidades individuales pasan a integrarse en una estructura más compleja. En
dicho contexto algunas variables como el número de participantes, los roles
adoptados, sus estilos de comunicación, etc. pueden condicionar claramente los
resultados que se obtengan.
Veamos algunos sencillos consejos
que podrían ayudarnos a mejorar los procesos creativos durante el trabajo en
equipo:
1. Ayuda en la definición del
problema. Una mala conceptualización del problema generará desorientación y
posiblemente se traducirá en bloqueos creativos. Todos los participantes deben
tener claro qué queremos solucionar.
2. Crea un clima de libertad en
el que se puedan expresar las ideas sin temor a ser ridiculizado. Un entorno
profesional en el que los miembros se sientan seguros y respetados contribuye a
la generación de ideas pero es importante no confundir libertad con ausencia de
sistema. La libertad debe ser un atributo del sistema al igual que puede serlo
la transparencia, la colaboración, etc.
3. Presta atención a la
diversidad y a las minorías. La capacidad de pensar no es exclusiva de un
determinado colectivo sino del ser humano en general. Por tanto, los equipos
con diversidad de perfiles (profesionales, éticos, raciales, etc.) suelen
generar ideas más enriquecedores.
4. Anima a pensar fuera del
marco. Es muy saludable y estimulante ayudar a que las personas vean las cosas
y a si mismos de modo diferente. Comúnmente lo enunciamos como “ponerse en los
zapatos de otro”.
5. Juega con la estructura del
equipo. Como regla general los equipos más productivos están conformados por
entre cuatro y seis personas pero puedes incrementar o disminuir su estructura
hasta dar con la más adecuada en cada caso. Es recomendable alternar entre
momentos de reflexión individual y pensamiento grupal.
6. Diseña un espacio físico
cómodo e inspirador. No estoy hablando de poner una mesa de billar en mitad de
la oficina. Bien es cierto que el aspecto lúdico puede ayudar a la creatividad
del equipo pero determinados estímulos también pueden afectar negativamente
dependiendo de la fase en la que se encuentre el proceso creativo. A veces,
pequeños cambios como los relacionados con las normas de vestuario
(obligatoriedad en el uso de corbatas, trajes, etc.) pueden ser un primer paso.
De hecho, este aspecto que podemos considerar aparentemente tan trivial suele
ser sintomático de un cierto adoctrinamiento a la hora de pensar. Plantéate si
realmente este tipo de normas están justificadas por la actividad que
desarrolla la empresa. Personalmente conozco pocos casos en los que así sea.
7. Motiva y vencerás. Los grupos
serán más creativos si están motivados por lo que es necesario identificar
cuales son los reforzadores más eficaces para el equipo. Con carácter general y
sin que sea excluyente de otros sistemas de refuerzo, lo más interesante es
proveer de las condiciones necesarias para que la motivación intrínseca sea la
que prevalezca. De entrada, para lograr este objetivo será esencial buscar un
ajuste adecuado entre persona, puesto y actividad a desarrollar.
Fuente: javierdisan.com
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